Las Siete Palabras 3ra: Mujer, ahí tienes a tu hijo. [...] Hijo, ahí tienes a tu madre. Juan, 19: 26
Reflexión:
¡Qué curioso! Jesús, unos días antes tenía muchos "amigos", ¿dónde estaban ahora? En la cruz, los amigos de Jesús eran contados, un apóstol, dos mujeres y su Madre. A la hora de la verdad, son pocos los que quieren acompañar a Jesús a la cruz, somos demasiados cómodos.

Para Jesús fue un consuelo ver a Juan y a su Madre padeciendo con Él, consuelo y angustia a la vez. Antes de morir Jesús quería asegurar que su madre no estuviera desamparada y se la entregó al discípulo amado. A su vez, nos la entregó como Madre de la Iglesia. Es tu Madre y la mía. ¿La has recibido en tu casa?
Oración:
¡Qué gran dicha tener a María Santísima como Madre! Señor, gracias por entregarme tal Madre. No permitas que por mis negligencias me aparte de Ella, pues donde está Ella estás Tú.
María, mujer co-redentora, el primer Sagrario en llevar a Dios hecho carne. Madre, que siempre llevas a tus hijos al Hijo Unigénito de Dios, ¿si tú hubieras dicho que "no" en la anunciación ¡dónde estaríamos, no habría redención, ¡¿dónde estaríamos sin ti?! ¡Gracias por estar ahí y decir siempre sí a la voluntad de Dios!