"RECUERDA QUE POLVO ERES Y EN POLVO TE CONVERTIRÁS” (Génesis, Cap. 3, Vers. 19)

"RECUERDA QUE POLVO ERES Y EN POLVO TE CONVERTIRÁS", esa es la frase que muchos sacerdotes y ministros proclamaran y cada vez que impongan la ceniza en la frente de cada uno de los fieles repetirán esas palabras y otros también repetirán, "Arrepiéntete y cree en el Evangelio"(Cfr. Mc 1, 15).
La ceniza es símbolo de conversión; no se trata de hacer simples actos de mortificación, sino de lograr un cambio radical de la existencia humana, de la opción fundamental que da sentido a la vida, de las actitudes. Se trata de una conversión con su doble vertiente inseparable: vertical hacia Dios y horizontal hacia el prójimo.
Para los músicos pastorales al igual que todos los demás ministerios de la iglesia, la cuaresma tiende a ser la época más activa en sus servicios en la iglesia. Pero más allá de ser la época más activa es la etapa ideal para reafirmarnos en nuestro servicio. ¿Cuál es nuestro propósito? ¿Porqué estamos aquí?
Comenzando por el Miércoles de Ceniza debemos contemplar lo que somos. Cuando el sacerdote impone la ceniza sobre nosotros, meditemos que todo lo que somos aquí en la tierra dejará de existir. Sin importar lo que somos, las pertenencias materiales, ni nuestros niveles sociales, todos al polvo volveremos. Reconocer esto, es un acto de humildad que nos impulsa a desprendernos de este mundo para fijarnos en aquello que nos conduce hacia la eternidad.
Existen ataduras de los cuales debemos desprendernos en este momento que comienza la cuaresma. Algunas de ellas incluyen; el egocentrismo, la antipatía, la mentira, la arrogancia, la avaricia, la envidia, la apatía, y muchas otras cosas que nos rodean. Desprendernos de todo lo que no nos conduce a Dios también requiere que perdonemos a los que nos ofenden. Recordemos también, que Dios está en nuestro prójimo o como nos dice nuestro Papa Francisco, en las periferias. Dios está en la persona que amamos y también en la persona que despreciamos, nos desprendemos de todo cuando podemos identificar a Dios en ambas.
Oremos al Señor con este cántico, para que por su infinita misericordia nos acerque más a Él. Límpianos Señor, de todo lo que no es de ti, llénanos con tu amor...
Cantico: Límpiame, Señor de Peggy Contreraz